01 febrero 2009

De edredones, peliculas, y sofás

A mi los días de lluvia me encantan. Me encantan cuando no tengo que ir al trabajo.
Me pongo el pijama, la bata, me tumbo en el sofá, me tapo con el edredón viejo y pongo la peli de cine-on...y ya no existo. Es como un placer que sucede muy de vez en cuando, porque seamos realistas, cuando llueve y tienes que ir a trabajar es horrorosamente molesto. Tienes que madrugar, vestirte y para más inri terminar más mojado que un pez arcoiris. No, no me acaba de convencer. Yo prefiero que sea domingo ( y quien no!), domingo de lluvia.
Solo hay un problema, y que en verdad, no debería serlo. Y es que me da por pensar (más aún). Eso de ver la lluvia por los enormes ventanales del comedor salpicando en el cristal me lleva mentalmente muy lejos de aquí.
Doy vueltas por el pasado, y por el futuro. Por lo que tengo, lo que tuve y lo que podré o no tener. Ultimamente me preocupan muchas cosas, demasiadas. Y tengo unas ganas de oler a hierba mojada y lejana que no son normales. Quiero ver llover en otro lugar. Pero ver llover muchas veces, las que sean necesarias para que me den ganas de salir de debajo del edredón y dejar de hacer tanto la ermitaña. Que, la verdad, sale más mi abuela que yo, pero bueno, en la vida todo son épocas, y supongo que esta, a mi, se me esta prolongando más de la cuenta por circunstacias X de la vida. No es excusa, pero de momento me sirve pensar así.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

weei!
HAs de sortir mé seep!
Tot i que he de reconeixer q l'edredoning en diumenges de pluja e sun plaer indescriptible!!

Y dijo...

Nena, només et puc dir que el temps mai torna...

Deric dijo...

a vestir-se i a sortir a disfrutar de la vida!

DooMMasteR dijo...

Mmmm! A mi també m'agrada aquesta sensació que dius, però de dilluns a dissabte com a molt XD

El diumenge no aguanto estar a casa...